sábado, 5 de enero de 2013

Lo prometido es deuda.

El humo que exhala mi boca a cada bocanada del cigarrillo. Me recuerda a la vida en si. Todo, comienza como un cigarro, al principio empiezas lleno de vitalidad y de energía y poco a poco ves como esas fuerzas y energías se merman a medida que tus ilusiones y tus metas poco a poco, van cayendo. Pero tú sigues y sigues luchando, eso no cambia. Luchas por tus metas y tus ilusiones que al paso del tiempo van cambiando o tomando otro objetivo, pero aún así luchas. Hasta que el cigarro; se acaba.



Todo continua, todo fluye, todo cambia. No fumo cotidianamente. Fumo socialmente, salgo,bebo y entonces me apetece fumar. Pero no fumo por el hecho de fumar sino porque me hace pensar en la vida.  Me hace recapacitar y preguntarme cosas. Diréis, menuda gilipollez, pero que va. Fumo porque me da otra visión de las cosas y el placer de sentir la nicotina fluir por mi sangre mezclada con alcohol. Pero paso ya, dejaré estos malos vicios que me llevan acompañando de la mano unos años, aunque sólo me visiten algunas veces. No soy un borracho, soy yo. Y aún bebiendo podría compararme con cualquiera y dejarlo pasmado. Lo único que quiero que sepáis esque, no bebo mucho, ni frecuentemente, pero cuando lo hago, lo hago.

Escrito por : Shoulder Shy


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