Yonkys del bienestar.

Nos propugnan que los vídeo juegos promueven la violencia, que tienen la culpa de la agresividad de la gente. Venga, ya está bien de mentiras. Abre los ojos y aunque sea, mira a tu alrededor. Mira las guerras, la muerte, la destrucción, los políticos que se llenan la boca de mentiras hablando de paz para luego usar la guerra para sus intereses. Intereses de mierda, porque son a consta de la muerte de muchos inocentes y explotación de estos. Y luego nos dirán que no, que fue por una buena causa, para salvar  vidas, pero que va. Si aunque fuera abrieras los ojos por un instante te darías cuenta que no. Tú no tienes la culpa de vivir en este mundo, pero si es nuestra culpa dejar que hagan con nuestras vidas lo que se les antoje.

 Somos unos yonkys del bienestar, cada vez necesitamos más y más felicidad. Y tristemente somos más que un número. Qué triste mundo, nadie intenta cambiarlo y lo más seguro, al  leer esto, te quedarás de brazos cruzados, sin mover ni un dedo y seguirás dejando que tus padres se maten a trabajar para subsistir día a día para que unos pocos se llenen los bolsillos con el sudor de tus padres para que tú puedes tener lo que codicias. Qué asco damos todos.

Ojalá.

Ojalá solamente fuéramos "alma", entes, y el cuerpo apegado a la realidad fuera algo secundario. Dejaría de haber tantos problemas, el amor sería puro, y todos nos conoceríamos mucho mejor.

Las cosas que de verdad me preocupan de la vida son la fugacidad de las personas, los sentimientos y la efimeridad de los mismos, el por qué de la maldad, el por qué del egoísmo, del odio.

¿Por qué? ¿No podríamos intentar comprender a los demás, ponernos en su lugar?

 Y si desapareciera, ¿ qué pasaría? ¿ El mecanismo de engranajes de relaciones entre las personas seguiría igual? ¿Cambiaría algo mi inexistencia, mi ausencia? ¿Serían distintas las personas sin el pequeño grano de arena minucioso y minúsculo que he dejado en sus "entes"?

Entes, nuestro "soy", nuestra "esencia", nuestro "alma", nuestro yo" más profundo que sólo conocemos nosotros. Nunca dejaremos que nadie conquiste nuestra fortaleza amurallada e inexpugnable, ya que, ni nosotros mismos hemos sido capaces de conquistarla.

 

Lo siento.

Lo siento Papá, Mamá. Intento hacer las cosas bien, pero nunca salen como uno quiere. Intento no desilusionaros en los que haceres de esta vida, pero las cosas siempre salen al revés de como uno quiere y por más que uno intente enmendar sus desdichas en esta vida, ésta te pondrá los obstáculos para que tú no lo consigas.

Lo siento, Papá, Mamá. Quizá en esta vida no sea lo que deseéis de un hijo, pero lo intento con mi máximo ímpetu. Tengo mis propias metas, mis propios criterios, y quizá, a veces, nuestras ideas no se encuentren tal y como deseamos, pero os quiero por encima de todas esas cosas, porque vosotros, me habéis dado la vida, lo que tengo y parte de lo que soy es gracias a vosotros y algo nunca cambiará, que os quiero.

Cobarde.

Me miro, y veo la cara de un cobarde que no se atreve a ir por lo que quiere, por miedo a no conseguirlo o eso creo. La verdad es que no lo sé, pero sé que en mí no volverá a habitar un cobarde, porque ni lo soy ni lo seré.

Esta noche he tenido en mis narices lo que ando en deseos de conseguir pero no hice nada, como no, como un cobarde que huye ante una situación de tensión. He sentido cosas, sentimientos de amor, de odio, de frustración pero ante todo sé que no va a volver a pasar, porque uno tiene un error una vez, después, ya no lo vuelve a hacer.

Muchas veces me pregunto que es esto que siento dentro cuando estoy con ella, cuando me hace esa sonrisa suya esos abrazos, esas caricias, esas fotos decoradas con la flecha de Cupido.

Me estoy dando cuenta que cada vez que la conozco más me estoy enamorando más de ella, no de su físico, sino de su personalidad.

He soñado con ella, que despertábamos juntos, abrazados en la cama, los dos desnudos y ella con mi camiseta, la lujuria me corroyó las venas.

Y como repito que no soy un cobarde, ni lo seré mañana, iré al todo por el todo. Son las  lunas las que me acunan esta noche y estoy inspirado gracias a mi camarada y como he dicho, voy a ir a por todas, si me resquebrajo en la caída al abismo no pasa nada,  porque a veces no todo es bonito y no siempre tiene que haber un final feliz, pero no caeré en los recuerdos de aquella flor floreciente que me atormenta porque no se habrá acabado la existencia ni la vida, ya que si no lo consigo es porque ella no es la chica hecha para mí, ni yo el chico para ella.

Y lo último que pensé e esta noche rasgada por el viento fue, ¿quién soy? No lo sé. ¿A dónde voy? Tampoco lo sé. ¿Qué es lo que quiero? Para eso si tuve respuesta y era que quería estar con ella.

Chico/as os digo una cosa ante todo, no os acobardéis por miedo al rechazo porque entonces no conseguiréis nunca lo que queréis de verdad y viviréis en una mentira de tristeza y pesimismo, envueltos en la aflicción y el único consuelo de que no estás solo porque la compañera que te queda, es soledad.

Estas son las palabras de un chico que ha sufrido, ha disfrutado, ha llorado y ha reído. Al final he acabado feliz, ¿os preguntareis cómo? Yo os lo diré, ha sido gracias a mis amigos.

Escrito por: Oremodlab

Se nos enseñan muchas cosas, menos a pensar y a vivir

Desde pequeños se nos inculcan cosas, que aparentemente marcarán nuestro pordiosero porvenir. Matemáticas, física, química... Cosas, que a la hora de querer saber quién eres se recurrirá. Hoy día, eres lo que tienes, ni más ni menos. Eres números, cifras. Eres, los estudios que tengas. Cuando realmente lo verdaderamente importante es lo que eres, tú "yo" y no los típicos conocimientos teóricos que se te inculpa para explicar una realidad aparente que ni siquiera se sabe si es cierta. Yo en mis dichas y desdichas, intento aprender a pensar y a vivir.


<<Todos los años de la escuela aprendiendo cosas difíciles y que luego no han servido para nada, como la trigonometría o la tabla de los elementos químicos, pero no nos dijeron ni una palabra sobre temas que necesitamos cada día. Imprescindibles, básicos. Somos analfabetos en cosas del cuerpo, del placer, del sexo y del amor.>>

Intento aprender del amor, de la amistad, mejorarme día a día como persona. Dejar de la lado el egoísmo, el ser embustero, hipócrita... Pero claro está nuestra naturaleza, es la que es, inmunda. Espero que algún día nuestra mentalidad cambie y aprovechemos la razón, porque al fluir del tiempo me doy cuenta que la razón lo único que hace es hacernos más desdichados, grotescos y repulsivos. Y quizá nosotros los personas, deberíamos ser nombrados como "inhumanos" antes que "humanos".

Escrito por : Shoulder Shy