lunes, 12 de octubre de 2015

-Despierto-

Los sueños se ahogan
y parece que no cae ni gota,
desde que dejó de ser otro juego
el retumbar del eco 
de los tontos.

El dolor me lleva a las nubes
para tocar el propio infierno,
al terminar.

Las caricias no son 
lo que fueron antes.

El apocalipsis llega, 
al son trágico,
de mis lágrimas ebrias,
con sólo recordar.

Semejante al lloro en sueños,
despierto, llegó el momento.
Me pierdo después de rozar
mis superfluas entrañas.

Tanta tontería vuelve ignorante hasta al propio olvido.