martes, 30 de julio de 2013

Desprovisto de todo, me arrojo a lo más hondo.

Por más noches que implore tu llegada,
no creo que ese pedimento sea escuchado.
Por más que pida que tu cuerpo descanse en mis sábanas,
no creo que tu mirada se digne a posar sobre mi corazón malparado.

Estoy acostumbrado a baquetear con arpías,
que ponen mi hígado al sol para despedazarlo en trozos.
Aunque yo mismo no soy un trozo de oro;
lo único que deseo, es encontrar un lugar en el que acabar mis días.

Maldita esta sensación de abandono de mí mismo,
me corroe como la bilis que se produce por desamor.
Vomité las ilusiones por los ojos y cambié mis esperanzas por harapos de mendigo.
Con clamor me pedí a mi mismo ser mejor sin entender bien por qué vivo 
y cuál era el enrevesado plan que ahitaría mi alma.

La tristeza me mira con lascivia
dice que hacía tiempo que nadie la follaba tan bien.
Me enveneno y me coso la sonrisa,
¡Qué mal me sienta cada amanecer!


lunes, 29 de julio de 2013

Noche con los poetas muertos.

Cuántos versos como éstos habrán recitado ya,
los poetas que esperan en su templo reposar.
Cuánto amor habrán dado a su amada,
o cuánto y cómo habrán vivido,
me pregunto siempre que escribo.

La noche es el refugio de los que sueñan,
pero aún así se sienten solos,
y por eso, se arriman a su botella.
Yo me arrimo a la imagen de tu pelo,
de tu sonrisa o de tus sueños.

Vicente Aleixandre con su " Unidad en ella",
recreo esos versos como pasajes en mis sesos,
Como Neruda en sus "Cien sonedos de amor"
te quiero a fuego y clamor.

Recreo todos las glaciares de mi corazón,
y el infierno de deleite ha llegado al lar,
vestida de mujer, rebosante de paz,
un infierno que quema y cura, 
al que tiene sed y no quería amar.



Pólvora entre los ojos. ( Especial dedicación para un pájaro libre que ha anidado en mi vientre)


Préndete en un baile con mis ojos,
arde en mis delirios y despréndete de relojes. 
Danza con la noche y sus despojos, 
apréndete mis susurros de entonces. 

-Farolero, ¡ay enciende la vela!, 
que el tiempo es como una mecha, 
se prende pero no espera.- 

Sirena, nada en la resaca del mar, 
entre la alta y baja aurora, 
que por allá están aullando los grillos, 
que están embriagándose por algún lar. 

La cena ya está servida, 
la cama será la mesa, 
las manos los cubiertos, 
y nuestros fluidos ahitarán para mantenernos despiertos. 



jueves, 18 de julio de 2013

Prende vuelvo, y vuela al mar.

Asumo el rol de pirata sin bandera,
botella sin dispensador.
Asumo que soy pero no soy;
estrella, cielo, persona, perro, o quizá, soy o no soy.

Si soy, soy tú, soy yo, soy nosotros, soy el mundo;
si no soy, soy nada, soy vacío, soy infinitud.

Prefiero ser y no ser,
a perecer entre tus bosques
por un disparo de cazador de las pestañas,
o quizá, lacónicamente rápida será mi huida.

Huida en el primer rayo de oscuridad de la mañana, 
nanas del viento que entran por mis orificios 
y por ello, me meceré en los disparos y cañones de los precipicios.

A pesar de que el insecto gruña;
morirá; porque las flores primaverales serán y no serán, 
y el canario rojo  de mimbre es encerrado entre los garrotes,
aún así, aullará con alegría.

Ahora enséñame a hondear, a navegar.
Desenséñame a graznar porque soy y no soy.

Astros que se disuelven en el café de los corazones.

Vacilante sinceridad
de tan comprensible vanidad.
Raíces de sueños, que suben
hasta tu boca para ahí fomentarse.

Resquebrajar de los pilares
para caer en el abismo.
Chimenea motorizada que avanza
con el emanar de tus aguas sagradas.

Salto hacia arriba,
caigo hacia el cielo desde el mar.
Las nubes son mi acera,
la lluvia mi río,
las estrellas mi mar de mal.

Las personas son astros;
tu cuerpo mi mundo;
tus nalgas prietas , paraíso en el que viajo 
al son de los tic-tacs de tu canario rojo,
enjaulado, furtivamente,
para luego, enzarzarme en abrigo de desechos
de mi cuarto en el que soy esclavo.


El hogar está en ningún sitio.

El hogar se ha ido,
y no sé si es por huir o por ser virtuoso.

Huir de la sandez; lo grotesco; la fata de dudas; la agonía de unos,
para el regocijo de otros,
no lo sé.

Virtuoso por evitar abrasarnos y no empaparse de nuestra ignorancia,
ya que, podría hasta apagarse,
por evitar su destrucción.
Los humanos destruimos todo lo que tiene libre albedrío 
y no podemos controlar en nuestro vago intento de controlarlo.

En fin, no sé...Creo que es más lo primero que lo segundo,
pero a la vez más lo segundo que lo primero, 
y viceversa.

O quizá todo se resume en un paroxismo en la búsqueda de la Luna,
que ha dejado una oquedad como las polillas en el viejo roble.