miércoles, 5 de octubre de 2016

-VERANO-

Un verano, que llega a su fin, alejado de todo lo relativo a lo que me incumbe respecto a la literatura, que es más bien poco. Ya se sabe pues, que estamos más enamorados del deseo que de lo deseado, por tanto en mí peculiar estampa, se refleja como más amor por el humo poético, que por la poesía más bien. Poco queda que reflejar, pues un lugar, pues una marca, pues una vida. No sé ya si el proceso literario necesita más maduración o veneno, ingenuidad o delicia, ya no lo sé. Me encuentro en esa disyuntiva de cuestionarme, qué respuesta metafísica me puede dar el simple hecho de escribir, si no agravar mis hendiduras en el alma y resquebrajar con un cuchillo mis pocas certezas, mis pocas virtudes.

Por suerte, o por desgracia, sigo siendo el mismo que analiza todo en silencio, callado y puedo decir con la boca bien alta, que he pasado el verano entre idiotas que se creían más inteligentes por el hecho de un silencio, que no otorgaba, más bien compadecía. Unos idiotas, cuya una credibilidad depende del bamboleo del tiempo y de su patética existencia, algunos se salvaron, pero ya está dicho, sólo algunos. Éso por un lado. Podría pasar determinado tiempo analizando cada situación, cada instinto de supervivencia y primitivo remarcado en sus rostros bochornosos y envilecidos por una codicia que no sirve ni a la suya propia, sino a bolsillo ajeno; pero al ser bolsillo ajeno, yo mismo me alejo. La palabra puede hacer mucho daño bien usada, tened cuidado.

El hecho es el siguiente. La expresión está en el tintero y la tinta está cementada. Ahora soy como un observador, analizando; pero por virtud o defecto, estático. Gracias a pesar, que he podido sobrevivir, con coraza, pero he sobrevivido, ahora queda desprender el ropaje de este gran camino recorrido, y aprender a respirar en un ambiente contaminado, como en  1984,  E S C O R B U T A N T E.





jueves, 23 de junio de 2016

-Verdad-

Ahora se pudren las legañas de los años, todo pesa más hermano, aunque lo tenga a mano. Pido la limosna al amparo. Los sueños se camuflan, como guerrilleros en Vietnam y ya no sé ni que pensar, si a raíz de ésto, he de cortar mis dedos porque me sobran dedos para contar.

Ando perdido en un mundo que ya no es ni mío. Cuando mi sociabilización depende del alcohol, creo que algo grave pasa. Los amigos me faltan y la moral me sobra. Quizá, estoy pagando el engaño de de la vida, que la muy puta se vende cara, a pesar de que su "chulo" sea un enclenque al que con un suspiro derribo.

Lo complicado es verse sumido en un callejón, donde el silencio es eterno, donde la esperanza es símil de la luz de las farolas, donde los gatos presagian todo ésto, es ahí cuando sabes que estás realmente jodido.

Y realmente, cuántas veces he repetido la mista ecuación. Si soy sincero, ya no lo sé, demasiadas tal vez. A día de hoy puedo decir que amigos de verdad no tuve, colegas demasiados, amigos ninguno.

Es así, para qué mentirnos y vivir en una farsa que ni nosotros mismos nos creemos. ¿Para qué? Algunos nacimos para una edad en la que las cosas tenían sabor, pero a día de hoy, sólo encuentras plástico. Es realmente desconsolador.

El amor sabe amargo, la amistad incompleta, la familia martirizada y tus penas en vela, esperando al momento tranquilo, en el cual no tengas un mañana "ocupado", para poder sacarlas a flote. Así es mi vida. Un constante baile de máscaras, bailar y bailar, quemado y quemando, un espectáculo, que ni siquiera es mío.





miércoles, 15 de junio de 2016

-Cortarme no un dedo, sino la mano entera-

A día de hoy me tocará 
cortarme no un dedo,
sino la mano entera.

Los días son humo,
exhalado del fumador habituado.
Porque la realidad de la humanidad,
es diferente a como la han dibujado. 

El ser humano, vive constantemente encerrado,
en su jaula de oro, que sigue siendo cárcel. 
Y la mayoría no nos damos ni cuenta,
aún así, la barnizamos. 

Y yo, qué voy a contar de mí.
Mi banda sonora es el eco de un "splint".
Mi disfrute es algo que se ve cuando ves doble
y mi vida una pordiosera puta que recibe golpes.


-No es caridad.-


No caigamos pues,
en la caridad a media verdad,
porque el alma está hambrienta
y la alimentamos con vanidad.

La limpiamos con lejía moralista,
con altruismos egoístas,
pero amigo, éso, a pesar de mi parecer,
sigue siendo todo una mentira.



martes, 14 de junio de 2016

-Salir del lodo, no lo es todo-

Ahora resulta que la carne se subasta,
en una dependencia, del cuarto que me llama.
Con muchas ansias hago crecer el fuego,
de la inocencia derrochada.

Me ahogo en mis sueños,
como mosquito en alcohol,
así soy yo,
no pido perdón.

Pido perdón para los hijos del rencor.
Porque es muy difícil vivir,
teniendo tanto corazón.

Saludo a las hienas que están de cena,
están buenas mis putas metas,
están buenos mis putos problemas,
dime, está buena mi puta demencia.

Tú tranquilo chico,
que yo ya me ahogo,
que salir del lodo
no lo es todo.

Aún así me arropo en las noches,
como un vagabundo recordando su infancia.
A pesar de todo sólo tengo odio,
porque mis letras las patrocina el demonio.

Me bebo yo solito todo,
es la virtud de ser un virgo en tu puto coño.
La rabia a día de hoy no me puede.
Está jugando a la ruleta rusa

Para ver quien primero se vende.

sábado, 11 de junio de 2016

-El enemigo como amigo.-

Y ahora resulta que la vida no es lo que era.
Llamando a hermanos, cuando en realidad son hienas.
Carroña viuda, de una alegría nefasta.

Cortarse la garganta porque el gallo no cantaba,
y las mañanas son resacas 
con el sol de la mañana galopante.

En mi caso, no sangran encías,
sangran mis rimas y mi poesía.
Mi geriátrica melancolía.

El aire se camufla con  perfume,
es verdad, puedo oler el aliento
de la muerte, resoplando en mis adentros,
no dejaré que me lleve, éso ya lo tuve.

La soledad es agradecida,
nunca te dejará a solas. 
Y no te susurrará a escondidas:
"bebé o te arranco la vida"

Por éso, si quieres hacerle el bien a alguien,
házselo a tu enemigo,
porque será el único que se dará cuenta.



martes, 26 de abril de 2016

- Yo, ya no soy-

Escribir apático frente al abismo
Donde los acantilados son botellas 
y el mar cigarros.
Se hace atractivo al pasar de los años. 

La dulzura que envolvía todo,
 se ha perdido.
No sé si por culpa mía 
o de por sí, el fluir de la existencia.

No hay más canciones sobrias,
éso lo sabe cualquier hombre,
que pierde el corazón. 

Así que, cambiemos lo que dije
y tomemos papel para volar,
pero quemándolo
porque yo, ya no soy yo. 


-A ciencia incierta-

La crudeza con la que disparo mis pestañas
no se perderá con mil palabras,
ni con mil besos.

El pasado se borrará con el paso de los días,
con los actos desinteresados de amor.

Los poemas serán cosa de niños,
serán cosa de locos,
y por desgracia,
a día de hoy lo son.


jueves, 28 de enero de 2016

-Ya hace tiempo que la perdí-

Te echaré de menos.
Cuando caiga la última hoja de mi libreta,
quizá entonces, valores la tormenta que viví.

Camino cabizbajo, bajo el techo de mi cabeza.
Resonarán los besos en un tiempo,
en el que no debieron resonar.

 Quedó el mártir.
Mártir hecho de rostros perdidos, 
de sueños convertidos en cadáveres de sangre.
Así perdí noches en trance 
siendo tristemente feliz
o feliz tristemente.

Ya la coraza se rompió
y salieron los buitres de mi pecho.
No me queda venda
y el cansancio se funde en la apatía
de una taza de café al amanecer.

Aquí todo vale, 
me dijo un vagabundo
y me sentí más seguro, 
porque el que avisa no es traidor.

Gusanos plantaron sus capullos,
y no salieron mariposas, 
sino serpientes con amor envenenado. 

Sólo queda caminar y perder,
perder el miedo,
porque perder la vida no,
YA HACE TIEMPO QUE LA PERDÍ.

-Todo ente vuelve a su principio y a su fin.-

Todo ente vuelve a su principio y a su fin.
Así que, me planteo dónde radica ese desliz. 
Des destino trágico, al vino amargo.

Soy lo que escribo.
Éso lo saben mis delirios.
Por éso delinco,
al llamarme poeta de abismos.

¿Dónde toma sabor la decadencia?
Toma sabor en el vapor de acetona.
Toma sabor en parajes inhóspitos
Toma sabor en el adiós.

Quien me conozca, sabrá que ésto es sugestión.
De un niño ebrio perdido, buscando perdón.
En las calles llenas, a la par que vacías.
Llenas de ente, pero no de almas.

A mí lo único que me espera es la cama.
No tu triste apatía, fría y de cocaina.
A mí lo que me espera es mar,
después de naufragar, y ver más allá.

Tengo versos de bragueta.
Soy narrador prófugo,
como el descanso de Unamuno.
Así que, "esa jeta, pa' tu vieja",
que yo ya, por mí solo me hundo. 

Solamente narro lo obvio,
como que España, 
se corre en sus propios labios.

Así pues, hijos de la gran luna.
No me veréis llorar.
Porque no soy hijo de la vanidad,
sino de vuestra mezquindad.