miércoles, 1 de agosto de 2012

Supongo...

Supongo que yo seré de esas personas destinadas a estar solas. El miedo a la perdida de la otra persona se me antoja como si me cogieran con una cremallera del cuello y la bajaran lentamente hasta que toda la piel quedara tendida sobre el suelo.  El recelo me mata. Me muero. Yo me pregunto dónde radica el problema y no lo entiendo; no sé si es por falta de confianza en mí mismo o por falta de confianza en la otra persona, o es el simple hecho de que soy celoso. Luego me abate la premisa de que las personas somos inconformistas, de que queremos más y más, de que no nos conformamos con nada y es en este preciso momento cuando me pregunto si de verdad mis quejas tienen algún valor y la verdad no creo que lo tengas...

Tengo que aprender a coexistir con esto... El amor es el castigo que se nos impone a los que no sabemos estar solos. Pero yo no sé estar solo pero tampoco se estar junto a alguien. ¿Qué me pasa?.

Quiero morirme... Quizá sólo es una idea del momento y quizá luego piense, "¿qué tonterías dices tío?", pero no sé. No sé ni por qué estoy así, ¿me estaré enamorando?. Si enamorarse es esto, no quiero... ¡Ay! Ojalá muera.