Qué será de mí.
Sólo sé que hay un fin.
Pues poco me llena
y la mujer de mi vida
me convierte en mártir.
No encuentro la diversión
a tanta farsa, en el cielo negro,
en mi rincón clavado.
Terminó el baile
y se bajó el telón.
Yo me cobijo de la lluvia
en mi colchón.
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