domingo, 12 de abril de 2015

-Olvido transitorio-


Se apagó el túnel del rencor.
Noches de humareda hasta el alba
con el fuego cenizo de tu dignidad insana
y paciencia derrochada de tragos amargos.

El vacío amenaza jugando con la nada,
con esta soledad voluntaria que tanto calla.
Con la falsedad de las sonrisas derrochadas,
en la noche de trances, del cerebro que no exprimo.
Aunque sigo vivo, pero lo que tengo acorto.

Desato el nudo de la comedia,
bajo el telón de tus pestañas
porque no quiero ver sol cuando es mentira.

Yo descalzo los sueños que visto,
pero no los que viste prostituidos con mirada triste.


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