lunes, 16 de septiembre de 2013

Amando.

Melancolía de estación,
Tarde en tu balcón.
Noches de amor,
Mañanas con corazón.

Caricias que terminaban en canción,
Besos que decían más que las palabras.
Abrazos que comunicaban el alma,
La distancia hizo brotar la desesperación.

Las lágrimas son mi único alcohol
Para embriagarme de esto, que es desolador.
Jamás olvidaré tu dulce sudor,
Aflorado de nuestra incesable pasión.

Mañanas de cama.
Noches, insaciables.
Atardeceres en calma.
Madrugadas inolvidables.

Enfermera de mis heridas,
Descifrando el infinito,
De mi mirada perdida.
Sabiendo cuál es el mérito
De cuando por ti, sonrío.

Ella, antes perdida.
Yo tan distraído.
Ella, tan bonita
Yo tan no sé yo.

A veces palabras sobran,
Algo efímero puede transmitir,
Más que cualquier mártir,
Cuando sentimientos obran.

Mi pecho se abre en canal,
Los sentimientos saltan,
Gritando, claman en alto
Dónde estás, mi amor.

Mis manos se vuelven ceniza,
Quieren rozar la perfección en mujer.
Quiere, rozarte a ti, sin premisas.


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