Es cierto que la verdad es arrogante,
cuando hasta tu propio camino,
se ve en tu semblante.
Así que mejor, no hablemos de arte,
los que lo hacían están muertos,
o en la cárcel.
Es fácil ser "artista",
una buena "promo",
"pistas" y unas "birras".
Pero esa no es la esencia,
son anárquicas aristas.
Nos enseñaron o nos lo inculcaron,
pues hasta Cristo está comercializado.
Cuando la vida se torna amarillenta
y tus ríos existenciales, llenan la bañera.