Otra noche
de beber
y el niño
que llevo dentro
se desploma.
Me vuelva whisky
y lagrimas
que detonan.
Busco el trance
y la paz
como un budista
en un mundo
de puro azar.
Y más que paz
encuentro caminos
al pasar
con más espinas
que pensar
con más que mierda
perfumada
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