La
inspiración es la puta más puta.
Se deja
vender por las calles, de donde vengas.
Si te
vendes a unos grados que te ciegan.
Son
sombras de gusanos que trepan por tus ciénagas.
Tú
bombea, que el corazón quizá te falle un día
Y que
yo soy un idealista, pero si mis ideas mueren
Muero
yo. Yo sé que la ciudad es una tonta que
te viola
Y que
te promete un podio de plástico como aquel falso otoño.
Los
días en los que no te beso son balas reservadas
Cargadas
de café, que guardaré para volarme los sesos
En las
noches que no te beba, que no te sienta.
La
metafísica no tiene sentido si no tenemos
sentido
Ni en
la propia vida ni en la propia muerte.
¿Quieres
que te diga una laguna de corazón?
Sé que
soy un payaso danzando al son del show
En el
que juega, con los papeles, que tiene cada gigoló
Que se
vende por unos duros sin más dolor que el sol
Que
brilla siempre sin esperar nada a cambio.
Yo soy
el que se hundirá y naufragará en los
amaneceres
De los
corazones que tiene hielo por sentimientos
Soy
el típico que es un frívolo frente a
tanta servidumbre
Tanta
incertidumbre me deja sin aliento.
No
sonreiré hasta que todo reviente
Y las
pretensiones de lo prometido no tengan más pretensión
Que el
sí o no.
¿Qué sé
yo?
Si el
ayer es algo más
O si es
algo menos
Que
vivir
¿Quieres
verme morir?
Dame un
par de losas en el infierno y te diré que sí.
Qué sé
yo si la vida es un sinfín.
¿Qué son
los tiburones nadando en el mar del cubata
O en tu
cerveza con resaca?
Soy un
poeta muerto en vida,
Que habla
sobre la misma como si esta incitara
Que no
sé que es el amor sin ti
Mátame
si me quieres libre
Mátame
si me quieres encadenado
Palabras
vacías por ser como ellos
Yo sé
que los sueños son algo que se va lejos
Quizá
las raíces son algo de la ciudad que nos mata
Que
quizá me reencarnaré en un pájaro, porque quiero tener alas.
Quiero
volar y matar el tiempo
Que nos
da normalidad de buitres fundidos en aceite
Que
quizá soy otro más,
Pero me
negaré a perderme otra vez por calles sin deleite.
Yo me
quiero inmolar la tristeza
Que no
da más que problemas haya donde la excite
Que ni
la fragilidad ayuda, que ni las llaves me abren las cicatrices
Y yo,
más que despegar y prender el fuego de la llama del edén.