Somos pasto para ganado,
y el heno está quemado.
Vivimos observando,
cortejando,
viendo folios en blanco,
pensando,
si acaba ya el teatro.
Está empezando la apuesta
de a ver cuánto dura esta cuesta
si de subir bajamos a primera.
Aunque no lo quieras ver, la quimera
ya no se premia.
La droga sube la balanza,
aunque sea incierta,
Y no nos queda más que la puta pereza.