Escribir apático frente al abismo
Donde los acantilados son botellas
y el mar cigarros.
Se hace atractivo al pasar de los años.
La dulzura que envolvía todo,
se ha perdido.
No sé si por culpa mía
o de por sí, el fluir de la existencia.
No hay más canciones sobrias,
éso lo sabe cualquier hombre,
que pierde el corazón.
Así que, cambiemos lo que dije
y tomemos papel para volar,
pero quemándolo
porque yo, ya no soy yo.